LOS AMORES IMAGINARIOS

En esta ocasión, el cartel personalizado que os presento es de la película canadiense Los amores imaginarios, dirigida y protagonizada por Xavier Dolan. En éste aparecen los retratos de los 3 protagonistas: una pareja de amigos y, en el centro, un chico al que conocen y por el cuál experimentan amor, atracción, celos... entre otras muchas cosas. En nuestro cartel, tal y como pidió el cliente, el personaje del centro es sustituido por el retrato personalizado. Este retrato resulta muy acorde con la película, pues en ella todos los personajes fuman continuamente sirviéndoles como una forma de evasión, definiéndolos y dibujando así muchos de sus sentimientos. Asimismo, el cartel personalizado sustituye algunos textos del cartel original por frases que son significativas para la persona que ahora aparece.

Los amores imaginarios es un film que se estrena en el año 2010. Estuvo nominada a importantes premios en diversos festivales como son Cannes (Mejor película), Chicago (Mejor director novel), Premios César (Mejor película extranjera) y Premios Genie (con 4 nominaciones, incluyendo la de Mejor película).
El jovencísimo Xavier Dolan nos da una lección de talento al dirigir y protagonizar esta obra tan profunda y redonda con sólo 21 años. Con 16 años ya escribió el guión de su primera película, Yo maté a mi madre, y ya ha rodado varias películas más: Laurence Anyways, 2012; Tom en la Granja, 2013; Mommy, 2014; Sólo el fin del mundo, 2016; The Death & Life of John F. Donovan, 2018; o Matthias & Maxime, 2019, entre otros trabajos.

Los amores imaginarios es una película sobre las mentiras cotidianas que dirigen nuestras vidas, tanto las mentiras intencionadas que logran confundirnos, como aquellas que nos inventamos y que nos complace creer, y que determinan nuestras acciones. Mentiras que nos impiden ver la realidad. En este caso se centra en el terreno sentimental de las relaciones humanas, pero ésto es extrapolable a cualquier ámbito de nuestra vida.
La conclusión final del film puede interpretarse como que todas las experiencias vividas no aportan ninguna enseñanza práctica, en absoluto. Paradójicamente, el ser humano vuelve a buscar vivir las mismas experiencias una y otra vez, como no atreviéndose a escapar de ese "sueño".
